viernes, 5 de julio de 2013

Collares de conchas de mejillón

Nubes, lluvia, calas, tulipanes, caracolas, margaritas... 

Cada concha está pintada de un color base, después dibujo el motivo que quiero (o me pidan), lo pinto a mano y lo perfilo con plomo a pulso.

Después les coloco el cordón.
                                      
Les anudo mis tarjetitas.

 Y para protegerlos cada uno va en una bolsita individual.


De la playa al cuello

Hoy os enseño  algunos de los collares que estuve haciendo últimamente. Vi unos parecidos un día y me puse a hacer algo a mi manera, con mis colores e imágenes favoritas. Estos son de los primeros que hice y que fueron todo un éxito porque entre familiares y conocidos me los quitaron de las manos.
Son conchas de mejillones de la Ría de Arousa. Los fui recolectando en mis paseos a la playa, de las conchas con las que muchas veces tropezamos. 
Una vez en casa mi marido me echó un cable. Las rascó para quitarle las algas y demás restos que traen pegados, las lavó e intentó taladrarlos con una broca muy pequeña. Pero como las conchas son delicadas se rompían, y se inventó una herramienta con un trozo de madera y una punta para hacer presión y agujerearlas; y otra  con un trozo de corcho y un clavo para las conchas más pequeñas. 
Mañana habrá algunos expuestos en el mercadillo del festival solidario Abofest en el parque Miguel Hernández de Vilagarcía de Arousa.